Respuesta a las declaraciones del Alcalde de Málaga, Don Francisco de la Torre

Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga queremos mostrar la profunda preocupación y estupor que nos han causado las recientes palabras del Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en respuesta a las crecientes protestas vecinales motivadas por los evidentes problemas de ruido e invasión de espacio público causados por una parte del sector de la hostelería.

En sus declaraciones de ayer dice “Tenemos que ser capaces de que los agentes económicos piensen en los vecinos y los vecinos piensen en los agentes económicos, y los trabajadores que tienen empleo ahí también” a lo que añadió que “el descanso tiene que estar garantizado”. Estas palabras son un nuevo intento de desviar su responsabilidad como regidor, enfrentando a dos sectores de la ciudad: hosteleros y vecinos. Pero son más graves porque da por existente una falta de comprensión y solidaridad por parte de las víctimas del ruido. No es nueva esta estrategia pero sí es llamativo y peligroso que ya la exprese de forma tan clara.

Acumulamos numerosos testimonios de residentes que han sido intimidados o amenazados por hosteleros que consideran que exigir el cumplimiento de las ordenanzas o el respeto al descanso es un ataque contra sus inversiones. De igual manera, vecinos y asociaciones han recibido malas respuestas y descalificaciones por parte de responsables municipales sin que nadie haya tomado medidas.

Cuando el Alcalde dice “en esa línea me voy a mover siempre, en el diálogo y en el consenso, las buenas prácticas, la educación cívica, de una parte y otra. Y cuando es necesario aplicar la ordenanza, se hace y se seguirá haciendo» ignora de forma intencionada que el Ayuntamiento de Málaga está obligado, de oficio, a velar por el cumplimiento de la legalidad y, al mismo tiempo, reconoce lo que los vecinos llevan años denunciando, que el Ayuntamiento mantiene una política de “dejar hacer” a la hostelería, actuando sólo cuando hay denuncias o el descontento de los vecinos los lleva movilizarse.

Esta arbitrariedad en la aplicación de la ordenanza fue la que llevó a la histórica sentencia de Mitjana del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 6 en la que el tribunal detalló: “brilla por su ausencia una intervención de inspectores municipales o siquiera de agentes de la Policía Local para afrontar dicha nefasta situación. No se ve la más mínima presión policial atajando dicha situación».

El último estudio sobre terrazas del OMAU concluyó con que el 92% de las terrazas del centro incumplían la ordenanza, más de la mitad de ellas por exceso de ocupación. No es de extrañar, porque ese mismo año el Ayuntamiento sólo había realizado 24 denuncias en toda la ciudad de las que apenas ha cobrado siete.

Aunque basta dar un paseo por Plaza de Uncibay o calles como Beatas y Tomás Echeverría por la noche de cualquier fin de semana para constatar la cruda realidad de la ciudad. Esa realidad ruidosa, sucia y muchas veces bochornosa que no consiguen desmentir las vacías notas de prensa de sanciones de cada martes. El ayuntamiento ha entregado zonas completas de la ciudad a especuladores que desarrollan una actividad insolidaria, depredadora e incompatible con la vida de los malagueños.

Sobre diálogo y consenso sólo podemos recordar que la última vez que nos reunimos con el Alcalde fue en junio de 2018, cuando se comprometió a un nuevo encuentro al cabo de un año para hacer un seguimiento de los problemas de ruido, terrazas y viviendas turísticas. A día de hoy aún, más de cuatro años después, nunca más nos has vuelto a recibir

Desde hace años, los vecinos del centro hemos visto con preocupación cómo nuestros problemas se extienden, con el beneplácito y colaboración activa del consistorio, a otros barrios. Lamentamos que Huelin viva ahora una situación tan similar a la que el centro, el barrio de todos los malagueños, lleva sufriendo tantos años. Ahora vemos que, con altas dosis de cinismo, Don Francisco de la Torre les va a aplicar las mismas estrategias que le han servido para convertir el centro de la ciudad en un espacio hostil e insostenible: enfrentamiento entre vecinos y hosteleros, aplicación arbitraria de las ordenanzas, traslado y peloteo de las denuncias, ataques a la credibilidad de las víctimas y el repetido intento de ahogar cualquier iniciativa vecinal.

Todos los malagueños somos agentes económicos, trabajamos, cuidamos unos de otros y colaboramos día a día en el progreso de la ciudad. Nos entristece tener que recordarle a nuestro Ayuntamiento que todos tenemos el derecho fundamental a una residencia libre de ruidos, a disfrutar de las calles de la ciudad y que es responsabilidad del Ayuntamiento que así sea.

Carlos Carrera. Presidente Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga

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