Respuesta a las declaraciones del Alcalde de Málaga, Don Francisco de la Torre

Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga queremos mostrar la profunda preocupación y estupor que nos han causado las recientes palabras del Alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en respuesta a las crecientes protestas vecinales motivadas por los evidentes problemas de ruido e invasión de espacio público causados por una parte del sector de la hostelería.

En sus declaraciones de ayer dice “Tenemos que ser capaces de que los agentes económicos piensen en los vecinos y los vecinos piensen en los agentes económicos, y los trabajadores que tienen empleo ahí también” a lo que añadió que “el descanso tiene que estar garantizado”. Estas palabras son un nuevo intento de desviar su responsabilidad como regidor, enfrentando a dos sectores de la ciudad: hosteleros y vecinos. Pero son más graves porque da por existente una falta de comprensión y solidaridad por parte de las víctimas del ruido. No es nueva esta estrategia pero sí es llamativo y peligroso que ya la exprese de forma tan clara.

Acumulamos numerosos testimonios de residentes que han sido intimidados o amenazados por hosteleros que consideran que exigir el cumplimiento de las ordenanzas o el respeto al descanso es un ataque contra sus inversiones. De igual manera, vecinos y asociaciones han recibido malas respuestas y descalificaciones por parte de responsables municipales sin que nadie haya tomado medidas.

Cuando el Alcalde dice “en esa línea me voy a mover siempre, en el diálogo y en el consenso, las buenas prácticas, la educación cívica, de una parte y otra. Y cuando es necesario aplicar la ordenanza, se hace y se seguirá haciendo» ignora de forma intencionada que el Ayuntamiento de Málaga está obligado, de oficio, a velar por el cumplimiento de la legalidad y, al mismo tiempo, reconoce lo que los vecinos llevan años denunciando, que el Ayuntamiento mantiene una política de “dejar hacer” a la hostelería, actuando sólo cuando hay denuncias o el descontento de los vecinos los lleva movilizarse.

Esta arbitrariedad en la aplicación de la ordenanza fue la que llevó a la histórica sentencia de Mitjana del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 6 en la que el tribunal detalló: “brilla por su ausencia una intervención de inspectores municipales o siquiera de agentes de la Policía Local para afrontar dicha nefasta situación. No se ve la más mínima presión policial atajando dicha situación».

El último estudio sobre terrazas del OMAU concluyó con que el 92% de las terrazas del centro incumplían la ordenanza, más de la mitad de ellas por exceso de ocupación. No es de extrañar, porque ese mismo año el Ayuntamiento sólo había realizado 24 denuncias en toda la ciudad de las que apenas ha cobrado siete.

Aunque basta dar un paseo por Plaza de Uncibay o calles como Beatas y Tomás Echeverría por la noche de cualquier fin de semana para constatar la cruda realidad de la ciudad. Esa realidad ruidosa, sucia y muchas veces bochornosa que no consiguen desmentir las vacías notas de prensa de sanciones de cada martes. El ayuntamiento ha entregado zonas completas de la ciudad a especuladores que desarrollan una actividad insolidaria, depredadora e incompatible con la vida de los malagueños.

Sobre diálogo y consenso sólo podemos recordar que la última vez que nos reunimos con el Alcalde fue en junio de 2018, cuando se comprometió a un nuevo encuentro al cabo de un año para hacer un seguimiento de los problemas de ruido, terrazas y viviendas turísticas. A día de hoy aún, más de cuatro años después, nunca más nos has vuelto a recibir

Desde hace años, los vecinos del centro hemos visto con preocupación cómo nuestros problemas se extienden, con el beneplácito y colaboración activa del consistorio, a otros barrios. Lamentamos que Huelin viva ahora una situación tan similar a la que el centro, el barrio de todos los malagueños, lleva sufriendo tantos años. Ahora vemos que, con altas dosis de cinismo, Don Francisco de la Torre les va a aplicar las mismas estrategias que le han servido para convertir el centro de la ciudad en un espacio hostil e insostenible: enfrentamiento entre vecinos y hosteleros, aplicación arbitraria de las ordenanzas, traslado y peloteo de las denuncias, ataques a la credibilidad de las víctimas y el repetido intento de ahogar cualquier iniciativa vecinal.

Todos los malagueños somos agentes económicos, trabajamos, cuidamos unos de otros y colaboramos día a día en el progreso de la ciudad. Nos entristece tener que recordarle a nuestro Ayuntamiento que todos tenemos el derecho fundamental a una residencia libre de ruidos, a disfrutar de las calles de la ciudad y que es responsabilidad del Ayuntamiento que así sea.

Carlos Carrera. Presidente Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga

¿QUÉ Y CÓMO HAN RESPONDIDO LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE SE PRESENTAN A LAS MUNICIPALES A NUESTRAS PREOCUPACIONES?

¿QUÉ PIENSAN SOBRE EL CENTRO HISTÓRICO Y EL MODELO DE CIUDAD? 

 

Hace más de un mes, la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga compartió con sus conciudadanos y con los grupos políticos con intención de representarlos en el Consistorio que saldrá de las elecciones del próximo domingo 26 de mayo algunas ideas sobre lo que más preocupa a los vecinos en relación con el Centro Histórico y el modelo de ciudad. En ese momento, enviamos por escrito (por correo electrónico, redes sociales y registro, para que no quedara duda de la recepción del documento) un documento  con nuestras tesis y preocupaciones básicas y una gran cantidad de preguntas directas sobre las mismas.

 

En primer lugar, debemos reseñar que de las seis candidaturas a las que enviamos el documento solo tres han contestado el cuestionario y se han reunido con la AVV Centro Antiguo para presentar sus respuestas, pese a nuestros denodados esfuerzos por que todos atendieran a las demandas de nuestra Asociación, una de las agrupaciones de la Sociedad Civil malagueña que más trabajan por una ciudad sostenible y habitable. Las otras tres han declinado tanto entrevistarse con los representantes vecinales como responder directamente al cuestionario, y nos han remitido a encontrar sus respuestas en sus programas electorales. Desde la Asociación, creemos que es una obligación democrática darnos contestación directa, máxime si estas candidaturas presumen de querer gobernar “para todos los malagueños”.

Han respondido a nuestro cuestionario y se han reunido con la Asociación:

  • Málaga Ahora
  • Adelante Málaga (IU-Podemos)
  • Vox

No han respondido a nuestro cuestionario:

  • PP
  • PSOE
  • Ciudadanos

 

Agradecemos a Málaga Ahora, Adelante Málaga y Vox su esfuerzo e interés. Y en estos tres últimos casos (PP, PSOE y C’s), hemos cumplimentado las tablas adjuntas extractando las respuestas de sus programas electorales, y en las ocasiones en que ha sido posible, de declaraciones públicas.

 

En las tablas adjuntas se resumen los principales temas abordados. Esquemáticamente se puede decir, desde el punto de vista de las necesidades de los vecinos y vecinas del Centro Histórico, que:

 

  • Málaga Ahora plantea grandes ideas sobre sostenibilidad en el día a día. Su programa es fuerte en la gestión de residuos y pone el foco en una cotidianidad más ecológica y cercana. Respecto a los problemas de incumplimiento de la normativa, es muy destacable su enfoque sobre convivencia, en el que prima la mediación y la disuasión, y en el que las medidas coercitivas (sanciones, control policial, etc.) son solo la última opción. También es interesante su visión en lo que respecta al patrimonio, y propone un Plan Municipal de vivienda digna y la recuperación de espacios públicos. Fuertes medidas de control de las VFT (Viviendas con Fin Turístico). Postura clara y contundente en las medidas contra el ruido.
Reunión con los representantes de Málaga Ahora
Reunión con las representantes de Málaga Ahora
  • Adelante Málaga destaca con un gran plan de patrimonio y urbanismo, con gran conocimiento y desarrollo. Resalta su detallado conocimiento de la realidad urbanística y especulativa, a la que plantea medidas muy detalladas. Plantean medidas concretas para contener el precio de la vivienda, mejorar la calidad del empleo generado por el turismo y delimitar zonas saturadas por este sector. También propone medidas para evitar procesos especulativos, recuperar espacios públicos y mejorar la calidad de vida de los residentes. Fuertes medidas de control de las VFT (Viviendas con Fin Turístico). Postura clara y contundente en las medidas contra el ruido.
Reunión con los representantes de Adelante Málaga
Reunión con los representantes de Adelante Málaga
  • Vox reseña en la mayoría de los puntos abordados que la normativa es muy clara y que velará por su cumplimento a través del incremento del control y las inspecciones, de la presencia policial y de las sanciones. Por ejemplo, en la cuestión de la sobreexplotación hostelera de terrazas, plantea eliminar la tasa por ocupación de vía pública pero incrementando las sanciones por incumplimientos. Propone frenar la conversión del Centro en “parque temático” y restringir las VFT, permitiéndolas solo en edificios dedicados por entero a dicha actividad.
Reunión con los representantes de Vox Málaga
Reunión con los representantes de Vox Málaga
  • El programa de Ciudadanos acierta poniendo el foco en la ordenación de carga y descarga, así como en la propuesta de mejorar la recepción de llamadas emergencia y policía. Además, recupera la figura de la patrulla dedicada a vigilar el cumplimiento de las ordenanzas. Sin embargo, en el plano general flaquea: su programa es pobre y poco definido, sin propuesta para el centro, o bien quiere continuismo (en una situación que nosotros catalogamos de emergencia habitacional y de convivencia) o acciones que potenciarían los problemas.

 

  • El programa del PP es muy detallado, y denota un gran conocimiento de los distritos y de los proyectos. Se detecta una continuidad con las políticas ya emprendidas pero con los matices de las actuaciones de los últimos meses (que han supuesto un ligero aumento del control de los gravísimos incumplimientos de la normativa). Sin embargo, faltan medidas concretas para repoblar o recuperar la calidad de vida del barrio mientras que abundan los macroproyectos.

 

  • El PSOE propone un ambicioso plan para el puerto y la ciudad, pero su programa es muy débil en lo que concierne a los problemas de los vecinos: solo palabras, sin medidas concretas ni tener en cuenta nuestras principales reivindicaciones. También plantean macroproyectos, aunque con menor conocimiento y detalle que el PP en su programa. Destaca su postura sobre el ruido en el Centro y Teatinos, para los que propone nuevas mediciones y nueva ‘zonificación’, lo que supondría reiniciar un proceso que lleva desde 2015 en marcha dejando a los vecinos de ambas zonas sin soluciones durante varios años.

Documento “A los partidos políticos que se presenten a las próximas elecciones municipales: ¿qué piensan sobre el centro histórico y el modelo de ciudad?” (enviado el 15 de abril a los grupos políticos) 

El Ayuntamiento de Málaga hace oídos sordos al Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido

El Consistorio dejó de celebrar esta fecha en 2016, casualmente el año en el que las últimas mediciones realizadas por una empresa independiente y homologada certificaron la vulneración de los ‘objetivos de calidad acústica’ en casi todas las calles del Centro

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo denuncia al Defensor del Pueblo Andaluz la no aplicación del Decreto 155/2018

Último cartel del día del ruido celebrado por el Ayuntamiento de Málaga

El Ayuntamiento de Málaga sigue ‘silenciando’ los gravísimos problemas de contaminación acústica de la ciudad y hace de nuevo oídos sordos al Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. El Consistorio dejó de celebrar esta fecha en 2016, casualmente el año en el que las últimas mediciones realizadas por Sincosur, una empresa independiente y homologada, certificaron la vulneración de los ‘objetivos de calidad acústica’ en casi todas las calles del Centro Histórico de Málaga, principalmente por la actividad hostelera.

Hoy se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, una actividad que se desarrolla anualmente a nivel mundial, desde hace más de 20 años, el último miércoles del mes de abril, con el propósito de promover a nivel internacional el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos. La Sociedad Española de Acústica propone a las instituciones que con este motivo se lleven a cabo una serie de actividades que ayuden a tomar conciencia del grave problema que puede llegar a representar la contaminación acústica. Por desgracia, el Ayuntamiento de Málaga celebró por última vez este acto en 2015, con un cartel que incluía la leyenda “Sin ruido se vive mejor”. Efectivamente, en Málaga tenemos poco que celebrar, pues hoy solo cabría esta otra leyenda: “Con mucho ruido se vive mucho peor”.

En estos 4 años, los problemas no han hecho más que acrecentarse. La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga ya avisó en mayo de 2018 en rueda de prensa de la dilatación premeditada de la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas. Esta declaración sigue en vía muerta, en una tramitación interminable durante la cual se han seguido abriendo locales hosteleros, ampliando espacios de terraza e incrementándose los eventos ruidosos en la calle (el propio Ayuntamiento organiza más de 500 al año, incumpliendo incluso sus propias ordenanzas) y sin adoptar ‘cautelarmente’ ninguna de las más que tibias medidas contenidas en el ZAS que se aprobó en Pleno en octubre de 2018 .

Donde dije digo…

… digo Diego

Con independencia de dichas medidas, que ni remotamente se asemejan a las tomadas en otras ciudades de nuestro entorno, existe hoy día una cuestión fundamental: el incumplimiento flagrante del Decreto andaluz nº 155/2018. Este Decreto, por el que se aprueba el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de Andalucía, entró en vigor el pasado agosto y establece que en las zonas habitadas que tienen carácter residencial, prácticamente toda nuestra ciudad, solo podrán existir terrazas de hostelería si se garantiza el cumplimiento de los niveles máximos de ruido. Para poder cumplir con las limitaciones acústicas de las zonas residenciales hay ciudades andaluzas, incluso gobernadas por el Partido Popular, como es el caso de Almería, en las que se han reducido de manera significativa  los horarios de funcionamiento de las terrazas.

Nada ha hecho el Ayuntamiento de Málaga, que sepamos, para poner en práctica las disposiciones de este decreto. Nos hemos dirigido por escrito hasta en tres ocasiones al alcalde de Málaga exigiendo la aplicación del decreto, sin que haya habido ninguna respuesta. Ante ello, ayer nos vimos obligados a presentar la queja correspondiente ante el Defensor del Pueblo Andaluz como paso previo a la adopción de las medidas judiciales que procedan para conseguir la protección de nuestros derechos fundamentales.

Plaza Mitjana, el símbolo del ruido y la inacción municipal

Músicos callejeros usando amplificadores

La inacción municipal es tal que un grupo de residentes de la plaza Mitjana, entre los que hay socios de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, han llevado al Consistorio a los tribunales. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 de Málaga ha admitido a trámite una demanda por vulneración de derechos fundamentales.

El ruido, consecuencia de la sobreexplotación del dominio público

Es conocida la denuncia constante que nuestra Asociación, junto con otras de Málaga, viene realizando de todos los fenómenos adversos que está provocando en nuestra ciudad el modelo económico actual de turismo extractivo. Empezando por los más graves, que se refieren a la desaparición del modo de vida urbano tradicional, la gravísima emergencia habitacional y la consiguiente expulsión de los residentes de sus hogares, en beneficio de la conversión de buena parte de la ciudad, por cierto no solo del Centro, en un lugar pensado básicamente para alojar a los turistas y ofrecer solo los servicios que ellos necesitan.

Pero no es menos grave la sobreexplotación del dominio público, un espacio que es de todos, por las terrazas de la hostelería, ya sean las autorizadas, las ‘semiautorizadas’ o las que carecen de autorización. Y una consecuencia directa de esto es el nivel de ruido enorme que tienen que padecer no solo quienes vivimos en el Centro, sino también quienes quieren disfrutarlo de modo distinto.

Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga 

Cuestionario a los partidos políticos ante las próximas elecciones municipales

 

A LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE SE PRESENTEN A LAS PRÓXIMAS ELECCIONES MUNICIPALES: ¿QUÉ PIENSAN SOBRE EL CENTRO HISTÓRICO Y EL MODELO DE CIUDAD?

Se acercan las elecciones municipales y desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga nos gustaría compartir con ustedes y sus partidos algunas ideas sobre lo que más nos preocupa como ciudadanos en relación con el Centro Histórico y el modelo de ciudad. Al mismo tiempo, nos encantaría saber cuáles son sus enfoques sobre las distintas cuestiones que les vamos a exponer. Les agradeceremos que pongan por escrito su propuestas en relación con todos estos temas y respondan a nuestras preguntas. Les aseguramos que haremos llegar sus propuestas y respuestas a nuestros socios y sus familias.

UNO. EL CENTRO: NO SOLO ES UN LUGAR DONDE HACER NEGOCIO

El Centro Histórico de Málaga, como el de otras ciudades, se ha venido transformando de manera muy rápida en un lugar en el que se concentra una gran actividad inversora: apertura de bares y restaurantes, transformación de viviendas hacia un uso turístico, edificios de viviendas convertidos en hoteles o apartamentos, reconversión del comercio habitual en actividades comerciales franquiciadas, pensadas sobre todo para los visitantes… Es un Centro que el modelo económico vigente, centrado en el turismo, concibe solo como localización óptima de las inversiones.

Lo decimos una vez más: nos parece una política suicida seguir avanzando y potenciando la desaparición en el Centro de las formas de vida propias de una auténtica ciudad y su conversión en un mero centro comercial abierto, un espacio estéril. Sobre todo en ciudades como la nuestra, en la que esa forma de vida tradicional es uno de los principales atractivos, porque hay poco más. Es imprescindible provocar un giro radical, e implementar todas las medidas necesarias para ello.

  • ¿Cuál es su modelo de ciudad, y dentro de este, el papel del Centro Histórico? ¿Algo parecido a una City anglosajona, un lugar eminentemente de localización de inversiones y de turismo extractivo, o más bien un lugar donde vivir? ¿Cuál es su concepción de ‘turismo sostenible’?

DOS.  EL CARÁCTER RESIDENCIAL DEL CENTRO

El Centro de Málaga tiene la condición de residencial en el PGOU. Otros usos son compatibles, pero prima siempre el uso residencial, y así debe seguir siendo, pues es el que garantiza no solamente la calidad de vida de los malagueños sino ese necesario atractivo que debe tener una ciudad que quiere que su turismo sea sostenible. Esto debe ir soportado por una planificación urbana eficaz, que contemple y ordene los usos pormenorizados de toda la zona, para impedir el avance de la turistificación y la gentrificación. Será la única forma de contener la expulsión sistemática de vecinos de sus viviendas por el desbocado incremento de los alquileres, algo que está creando un verdadero problema habitacional en una ciudad en la que ya ni los estudiantes universitarios pueden arrendar un mísero cuarto, o la venta de las mismas por sus propietarios por agotamiento en su lucha contra  el modelo económico del monocultivo turístico. Además, el Centro se ha convertido en un espacio hostil para familias y niños, y es imprescindible un plan para invertir esta tendencia y transformarlo en un ámbito amable en el que las familias puedan vivir con las mínimas comodidades.

Es ya urgente abordar aspectos tales como el vertiginoso incremento del precio de los alquileres, las viviendas turísticas, la sobreexplotación de la hostelería o la invasión de la planta hotelera, y todo ello a través de los instrumentos de planeamiento, ya sea haciendo cumplir los hoy vigentes o introduciendo las modificaciones precisas.

  • ¿Cuál es la postura de su partido respecto al carácter residencial del Centro? ¿Qué medidas barajan para contener el precio de los alquileres y para fomentar la implantación de los vecinos en el barrio? ¿Tienen algún plan para repoblar el centro y convertirlo en un hábitat adecuado para familias y niños? ¿Contemplan algún tipo de regulación o restricción para controlar la hipertrofia de las viviendas turísticas, al estilo de ciudades de nuestro entorno? ¿Cuál / cuáles? ¿Piensan que las viviendas turísticas son una actividad económica que no tiene cabida en suelo residencial? ¿Tienen algún plan para evitar la sobreexplotación de la hostelería y la invasión del espacio público?

TRES.  LAS CARENCIAS HISTÓRICAS

Existen aspectos de la vida en el Centro que ponen en evidencia una serie de carencias tradicionales:

TRES. UNO.  LOS ESPACIOS DE ENCUENTRO Y LAS ZONAS VERDES

Contemplar la ciudad desde Gibralfaro es desolador: la ciudad colmada que hemos construido a lo largo de los años carece de espacios abiertos, más allá de unas pocas plazas; no tiene tampoco zonas verdes, aparte de algunos puntos mínimos. El modelo de desarrollo de la arquitectura de la ciudad solo se ha preocupado por rellenar espacios y no por compatibilizar armónicamente los vacíos y las construcciones.

Necesitamos, más que abrir espacios nuevos, porque es muy difícil en la ciudad consolidada, hacer posible el uso libre, abierto y generalizado de los espacios para los ciudadanos y rescatar buena parte de las superficies hoy día consagradas a la hostelería.

Es imprescindible cuidar los escasísimos y maltratados árboles plantados en nuestro barrio, y ampliar en todo lo posible estas reducidísimas zonas verdes con especies adecuadas –árboles de porte-, cuidando los alcorques y zonas ajardinadas y evitando el vandalismo.

Mención especial hay que hacer a las condiciones de accesibilidad existentes en el Centro, muy limitadas por todo tipo de obstáculos, sin que se contemple el respeto de las normas ni siquiera cuando se realizan obras de remodelación urbana.

  • Como les decíamos en el anterior punto, ¿tienen algún plan para evitar la invasión del espacio público? ¿Cuál es su postura sobre los espacios públicos de uso común? ¿Qué harán para cuidar las escasas zonas verdes del barrio? ¿Piensan plantar más árboles y ampliar los jardines? ¿Cómo piensan mejorar las condiciones de accesibilidad?

TRES. DOS.  EL DEPORTE

El Centro Histórico carece absolutamente de zonas deportivas cerradas, como pabellones o centros deportivos, y tampoco las tiene abiertas. Sería muy importante contemplar el destinar a este uso espacios o inmuebles que se puedan liberar para este fin, e incentivar la inversión privada en ese ámbito.

  • ¿Qué planes tienen para mejorar las dotaciones deportivas del barrio?

TRES. TRES.  LA MOVILIDAD

Las condiciones de movilidad en el Centro, lógicamente muy mermadas ya de partida, exigen un tratamiento decidido de algunos de los problemas endémicos del Centro.  Así, la carga y descarga, sector en el que se precisa una regulación mucho más restrictiva, pues se sigue produciendo de manera muy poco controlada. O el aparcamiento masivo de motos, que impiden el paso en demasiados lugares de la zona.

Se debe asimismo garantizar en la medida de lo posible el acceso de los residentes para acciones de carga y descarga e incrementar las plazas de aparcamiento verdes para residentes, en detrimento de las azules.

  • ¿Qué solución plantean para mejorar los problemas endémicos de accesibilidad del Centro? ¿Incrementarán las plazas de aparcamiento verdes para residentes o seguirán como hasta ahora reduciéndolas progresivamente?

 

TRES. CUATRO.  LOS RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

Las carencias en la gestión y tratamiento de los residuos sólidos urbanos en toda la ciudad se acentúan especialmente en el Centro. Aquí conviven un sistema mixto de contenedores soterrados y contenedores en superficie con un sector hostelero que genera un volumen de detritos que en muchas ocasiones sobrepasa la capacidad de recogida actual. A estas carencias estructurales se suman los problemas generados por las actividades extraordinarias y las acumulaciones de personas (y sus deshechos) que acuden al Centro para eventos de todo tipo y condición. Ante ello, es necesario recordar los antiguos conceptos de las tres ‘R’ –Reducir, Reutilizar y Reciclar- que subyacen en todos los procedimientos civilizados de gestión de los residuos.

  • ¿Qué sistema de gestión y recogida de residuos sólidos plantean para el Centro? ¿Creen posible reducir el elevado volumen de residuos generado por la actividad hostelera? ¿Cómo?

CUATRO.  LA ACTIVIDAD ECONÓMICA RESPONSABLE. UN VERDADERO PLAN ESTRATÉGICO

Es la actividad que deseamos sin duda. Son bienvenidas todas sus formas: empezando por los comercios tradicionales, de proximidad, pero también los establecimientos de hostelería, bares y restaurantes. Incluso las terrazas, una forma muy nuestra de entender la vida en la calle. Pero todas estas actividades deben sujetarse y cumplir escrupulosamente con la normativa que las regula.

Es muy importante que exista un Plan Estratégico para el Centro, que no puede ser el Plan de la Fundación CIEDES, pues éste solo mira a la actividad económica y su desarrollo y potenciación sin límites, sin considerar para nada los aspectos sociológicos y humanos de los espacios en los que la actividad tiene lugar. Estamos hartos de que se use en vano e inadecuadamente la terminología de la ONU acerca de las diversas Agendas Urbanas y el desarrollo económico sostenible. Términos vacíos de significado en Málaga, que en última instancia solo sirven para maximizar beneficios empresariales, de espalda a quienes deben ser los protagonistas de la ciudad: sus ciudadanos.

  • ¿Creen que es necesario un Plan Estratégico para el Centro? Si es sí, ¿cómo serían sus líneas maestras? ¿Qué harían para fomentar el comercio tradicional y de proximidad? ¿Creen sinceramente que se deben y se pueden aplicar en Málaga los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU? ¿Cómo?

 

CINCO.              LA ACTIVIDAD MUNICIPAL

Entendemos que el Ayuntamiento debe abordar la problemática del Centro de manera especial, utilizando una serie de formas de funcionamiento que prevé la normativa municipal, pero que no se han materializado en la realidad de Málaga. Así,  frente a las funciones genéricas y demasiado escasas de los Concejales presidentes de las Juntas de Distrito, que se limitan a “asegurar la relación constante de la Junta de Distrito con las distintas Áreas funcionales del Ayuntamiento, recabando y proponiendo información respecto de las actuaciones que afectan al Distrito”, que es lo que dice el Reglamento Orgánico, nosotros pretendemos que el Concejal responsable del Distrito Centro tenga las delegaciones del Alcalde en todo aquello que se refiere al Centro: la Vía Pública, el Medio Ambiente, el Urbanismo, o la Policía Local. Son todas competencias perfectamente delegables.

  • ¿Están de acuerdo en dotar de mayor capacidad de actuación a las Juntas de Distrito? ¿Creen que el/la concejal/a de Distrito debería tener delegadas más competencias para poder verdaderamente resolver los problemas?

SEIS.  LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

Se sabe que es uno de los graves problemas que tenemos los que vivimos en el Centro. Los vecinos estamos esperando desde que se hicieron las primeras mediciones de ruido, allá por 2007, y luego en 2013,  2015 y 2016, a que el Ayuntamiento cumpla con la normativa de protección contra la contaminación acústica. Esto pasa por cuatro aspectos que a veces se confunden:

SEIS.UNO.  Controlar y vigilar los excesos de ruido de ciertos emisores acústicos concretos (determinados bares y locales, algunas terrazas) que por sí solos superan los límites máximos de ruido. Esto hace que llevemos tiempo exigiendo el cumplimiento del Decreto 155/2018, aunque en vano. Las terrazas solo se podrían autorizar según este Decreto si se respetan los máximos sonoros, a cualquier hora del día; deben los empresarios presentar estudios acústicos si pretenden la autorización de las terrazas o su renovación.

Es muy importante que los ciudadanos conozcan de manera transparente las características de las licencias y declaraciones responsables, así como de las autorizaciones de terrazas. Se debe tener información permanente también de los niveles de ruido en todas las zonas conflictivas del Centro. Pensamos como instrumento ideal en una web municipal en la que se tenga disponible en tiempo real toda esa información.

  • ¿Piensan aplicar el decreto 155/2018, que obliga a autorizar las terrazas solo si se respetan los niveles máximos sonoros? ¿Tienen alguna intención de utilizar algún mecanismo –web u otro sistema- para que la ciudadanía tenga información permanente de las licencias de ocupación, las declaraciones responsables y los niveles reales de ruido?

SEIS. DOS.   Aprobación inmediata de una declaración de Zona Acústicamente Saturada que haga frente de manera efectiva a la problemática del ruido generalizado en ciertas zonas, que según todas las mediciones realizadas por expertos independientes son producto de la existencia de establecimientos de hostelería, recreativos o de ocio, y de viandantes. Las medidas que contenga dicha declaración, muy al contrario de la que pretende aprobar hoy día el Ayuntamiento, deben ser las suficientes para asegurar el cumplimiento de los índices de ruido en el plazo máximo de un año.

  • ¿Tienen intención real de declarar la Zona Acústicamente Saturada? ¿Cuáles son las medidas mínimas que según ustedes debería ésta contener para hacer posible el cumplimiento de los objetivos de calidad acústica?

SEIS. TRES.  El propio Ayuntamiento debe replantearse de manera seria las actividades de tipo cultural o social que lleva a cabo en las vías públicas o la autorización que otorga para las organizadas por entidades privadas, ya sea en el campo de la promoción comercial o en el de la responsabilidad social. Entendemos que todas ellas se deben llevar preferentemente a espacios no habitados. Las que deban “necesariamente” realizarse en el Centro, por pertenecer a la esfera de las tradiciones populares, deben serlo con el máximo respeto a los derechos de los vecinos. En todo caso, no debe autorizarse el uso de amplificación o megafonía más que en contadas ocasiones y nunca después de las 23 horas.

  • ¿Van a racionalizar y reducir las autorizaciones de uso social, cultural o comercial de la vía pública? ¿Cómo lo harán? ¿Autorizarán los eventos con amplificación o megafonía? ¿En qué casos?

SEIS. CUATRO.  No es posible compatibilizar  en una misma zona el modelo de explotación turística intensiva del Centro, los derechos de los vecinos al descanso y las actuaciones de música en vivo en las calles. Las autorizaciones para dichas actuaciones musicales se deben limitar a los espacios no habitados y siempre con la obligación de no usar amplificación de ningún tipo, ni percusión. No entendemos por qué razón las personas que pasean o simplemente pasan por estos espacios deben soportar actividades musicales permanentes de ningún tipo. De la misma forma nos opondremos con energía a la posible autorización de actuaciones musicales en las terrazas situadas en lugares habitados. Igualmente, es necesario controlar fenómenos como el aluvión de despedidas de soltero/a que llenan de ruido las calles, y que proliferan ante la pasividad municipal (la no regulación se convierte en un efecto llamada, pues recordemos que  otras ciudades están prohibiendo estas actividades).

  • ¿Van a permitir las actuaciones musicales, especialmente aquellas con amplificación, en zonas habitadas? ¿Pondrán coto a las despedidas de soltero/a?

SIETE.    LA FERIA

Merece sin duda la feria una reflexión especial. No es posible que sigamos teniendo que cerrar año tras año nuestras casas y trasladarnos a otro lugar durante esos casi diez días que dura. El derecho a la diversión de las personas que bajan al Centro no puede anteponerse al derecho fundamental al descanso de los vecinos, porque no son derechos equivalentes.

El número de personas que se concentra, representa ya de por sí un peligro objetivo y un riesgo de seguridad importante. Si a ello unimos el hecho de que este tipo de fiestas gira en buena medida sobre el consumo de alcohol y otras sustancias, se comprende que la Policía Local se vea absolutamente desbordada en las labores de vigilancia y control que deberían realizar pero no realizan. En este caso, el camino correcto no pasa por incrementar la dotación de efectivos policiales, sino por redefinir por completo la Feria del Centro como lugar de diversión. Eso incluye, si se pretende que continúe existiendo, acotar mucho mejor los espacios y sobre todo reducir los horarios.

  • ¿Qué modelo de Feria del Centro plantean? ¿Reducirán los horarios y acotarán los espacios? ¿Diseñarán algún plan para evitar los excesos de residuos y contaminación acústica y los problemas de seguridad?

OCHO.      LA FUNCIÓN DE POLICÍA Y LAS EMERGENCIAS

Se suele considerar a la Policía Local como cuerpo ligado al mantenimiento de la seguridad ciudadana, sin embargo ese no es en absoluto su principal cometido. El principal no es otro que la vigilancia y control del cumplimiento de las ordenanzas, los bandos y otras disposiciones municipales. Sin embargo, cada día más lo ciudadanos estamos llegando al convencimiento de que la Policía Local no está ejerciendo esas competencias de una forma proactiva. Pero no es presentable convertir a los ciudadanos en vigilantes y denunciantes de los abusos e incumplimientos de las normas, que es lo que está haciendo el Ayuntamiento últimamente.

Junto a ello, los problemas y riesgos de seguridad se están incrementando de manera notable en el Centro Histórico, que como sabemos soporta una altísima densidad de viandantes. Sufrimos escandalosas carencias en vías de evacuación y planes de emergencia, y nos encontramos, recordemos, en situación de alarma terrorista. El caso de ambulancias que no pueden acceder a determinadas calles es ya de por sí terrible y muy significativo.

Para ello, sería pues imprescindible un incremento de la plantilla de personal de Policía Local y Bomberos, así como impartir las instrucciones adecuadas a ese personal y dotarlo lógicamente de los instrumentos adecuados y la formación necesaria para utilizarlos. Igualmente, habría que plantear unos adecuados planes de emergencia, con vías de evacuación libres de obstáculos, y una mejora de los servicios públicos destinados a ellos.

  • ¿Cómo mejoraría los servicios públicos destinados a emergencias? ¿Cuál sería el espíritu y forma de sus planes de emergencia para el Centro? ¿Cómo solucionaría los problemas de falta de medios y personal de Policía Local y Bomberos para hacer frente a estos riesgos? ¿Cómo solucionaría los problemas de las vías de evacuación y las dificultades de acceso de ambulancias y bomberos a las calles del Centro?

NUEVE.   EL EQUILIBRIO, EL CONSENSO

Llegamos  aquí a un tema verdaderamente recurrente. Cada vez que los políticos se deben enfrentar a una situación en la que entran en colisión intereses contrapuestos, resulta ya habitual oírles mantener que es preciso siempre alcanzar un equilibrio entre esas opciones contrapuestas, llegar a un consenso. Pretenden en definitiva, por una especie de “deformación profesional” que todos queden satisfechos con su actuación. Y es una intención sumamente loable, pero no es posible soplar y sorber, estar en misa y repicando… No es posible respetar los derechos de los vecinos y al mismo tiempo consentir la realización de actividades de manera insensible hacia aquellos derechos. No cabe poner en la misma balanza derechos fundamentales,  como el del descanso, el derecho a la vivienda o el disfrute de un medio ambiente saludable, con otra serie de derechos que son de naturaleza completamente distinta: el de divertirse, el de llevar a cabo actividades económicas…

No podremos entender y por tanto combatiremos siempre en cualquier sede, incluida la judicial, una idea de equilibrio que implique el incumplimiento de la normativa vigente.

  • ¿Creen realmente que puede haber “equilibrio” o “consenso” cuando por una parte se está sufriendo vulneración de derechos fundamentales y por la otra se vulnera la ley sin recibir sanción? ¿Se comprometen a cumplir escrupulosamente y hacer cumplir la legislación vigente? ¿Cómo cumplirán y harán cumplir las ordenanzas municipales y las leyes autonómicas, estatales o europeas? ¿Harán un verdadero uso de su potestad sancionadora?

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga presenta sus alegaciones contra la propuesta de Zona Acústicamente Saturada

Las medidas que propone el Ayuntamiento solo sirven para “cubrir el expediente”

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga ha presentado ya sus alegaciones a la declaración de Zona Acústicamente Saturada que debe aprobar el pleno del Ayuntamiento en las próximas semanas.

La Asociación rechaza el plan de medidas propuesto inicialmente ya que, según los residentes en el centro, solo sirve para “cubrir el expediente” y no propone soluciones serias a los problemas que vienen padeciendo a causa del ruido relacionado con las actividades de ocio.

El documento repasa las numerosas campañas de medición que se han realizado desde 2007, que han puesto en evidencia graves incumplimientos de los límites sonoros permitidos, y relaciona las normas que el Ayuntamiento estaría incumpliendo: dos leyes, tres reales decretos, dos decretos autonómicos y hasta la propia ordenanza municipal contra el ruido.

La Asociación tilda de inútil la propuesta de la moratoria a la apertura de más establecimientos de hostelería y ocio, ya que, argumenta, quedan pocos locales libres. O la limitación, que juzgan irrisoria, al horario de las terrazas, de tan solo una hora, y ello únicamente durante unos 70 días del año. Considera que tampoco se hace ninguna limitación efectiva del horario de cierre de los establecimientos.

Los vecinos reivindican en sus alegaciones una vez más su derecho no solo al descanso, sino a no ver invadido su hogar y su espacio vital por un ruido desmedido, que supera los límites acústicos establecidos por todas las normativas, incluso la propia del Ayuntamiento.

Plantean por tanto adelantar los horarios de cierre de los establecimientos gradualmente, en el primer semestre en una hora, y en el segundo en dos, en aquellos establecimientos que disponen de música. Además, para el caso concreto de las terrazas resaltan que tanto la normativa que regula la contaminación acústica como el reciente Decreto 155/2018 de la Junta de Andalucía obligan a que se cumplan estrictamente los máximos de ruido establecidos para la zona, que recuerdan son 55 decibelios entre las 23 y las 7 horas, mientras que denuncian que se alcanzan en la actualidad más de 80 en muchos puntos. También alegan que las terrazas deben retirarse necesariamente a las 23 horas, además de que durante el resto del día será indispensable reducir su superficie de manera significativa, una medida que ya se proponía en los estudios encargados por el propio Ayuntamiento.

La Asociación de Vecinos solicita que las actuaciones de los músicos callejeros, ahora permitidas por el Ayuntamiento en quince puntos de la ciudad, pero en la práctica toleradas en todo el centro, se autoricen solo si no hace uso de amplificación, y siempre que no afecten a los residentes. Plantean la necesidad de que el propio Ayuntamiento limite de manera importante la celebración de eventos y actos en la vía pública a los estrictamente relacionados con manifestaciones de tipo tradicional, como la Navidad o la Semana Santa, y que en todo caso se prohíba o limite el uso de amplificación en los que se autoricen.

Finalizan las alegaciones insistiendo en que la única medida eficaz, si se quiere resolver de verdad el problema, es el simple cumplimiento de la legalidad vigente, en cada una de sus normas. Además, argumentan que los empresarios y el propio Ayuntamiento deberían ser consecuentes con las proclamas recientes que tanto unos como otro han realizado en favor de un turismo sostenible, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible de la O.N.U.

Por último, les piden a los concejales que, al aprobar definitivamente la declaración de Z.A.S. tengan la valentía de abordar este problema con la seriedad que a juicio de la Asociación es ya indispensable.

Alegaciones ZAS_06_02_2019

LA CUESTIÓN DE LAS ZAS (ZONAS ACÚSTICAMENTE SATURADAS) Y EL ‘LEVANTAMIENTO’ DE LOS HOSTELEROS VISTO POR LOS HABITANTES DE LA CIUDAD

¿Qué sucede en Málaga con las terrazas, los bares y el ruido? ¿Por qué se han puesto así los hosteleros? ¿Por qué dicen que van a tener que cerrar las terrazas del Centro Histórico y despedir a gente? ¿Por qué tanto el presidente de la asociación principal de los hosteleros o el candidato a alcalde por Ciudadanos insisten en que les estamos ‘criminalizando’ impidiéndoles seguir creando riqueza y que el Centro debería cambiar de ser considerado ‘residencial’ a ser considerado ‘turístico’? ¿Los vecinos de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, de la Asociación de Vecinos Centro-Sur Soho Barrio de las Artes, de Romeral Contra el Ruido o los que comentan en las noticias de prensa o las redes sociales son una pandilla de: 1) exaltados o 2) amargados?

 

Vamos a aclarar las cosas y a desvelar mentiras.

1. DE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO. En primer lugar, aclaremos la diferencia entre público y privado. El suelo donde se instalan las terrazas es público, de todos los ciudadanos. ¿Y por qué las usan ellos? Porque digamos que hay un ‘pacto social’ que conduce a que en una ‘economía de mercado’ se pueda ceder parte de lo público al sector privado para que éste haga negocio. Pero claro, con algunas condiciones y contrapartidas, y no solo económicas, ya que estamos en un ‘Estado social’: en otras palabras, dejamos que esos empresarios se lucren con lo público puesto que con su lucro generan indirectamente un beneficio a toda la sociedad: empleo, creación de riqueza, prestación de servicios… Las contrapartidas económicas, en Málaga, consisten que en el Centro Histórico, la parte más cara de la ciudad, cedamos el suelo a los hosteleros a 7,32 euros el metro cuadrado de terraza. Recordemos que los precios de mercado de los locales en la misma zona oscilan entre los 15/20 euros en las áreas más inhóspitas a los 170 euros de Larios o los 40/50 que suele valer en calles y plazas peatonales. O sea, que de media y como poco les dejamos el suelo de la calle a una sexta o séptima parte del valor que pagan por el interior (considerando además que todo lo del exterior es superficie útil y productiva, sin áreas improductivas como aseos o almacenes). ¿A condición de qué? De que hagan negocio limpio, contraten y paguen lo correcto a sus empleados, no ocupen más de lo permitido y no molesten con suciedad o ruidos.

2. DEL CENTRO Y LA CIUDAD. ¿Qué es lo que ha sucedido con esas concesiones del Ayuntamiento (o sea, de nosotros los ciudadanos representados por las autoridades municipales) a los hosteleros? Primero hay que recordar que hemos adecentado y peatonalizado todo el Centro Histórico de la ciudad con fondos de la Unión Europea cuyo objetivo era recuperar las formas de vida tradicionales y potenciar la calidad residencial de la zona. Curiosamente, esta peatonalización pagada por Europa (por todos los ciudadanos de la UE) para mejorar la vida del vecindario ha beneficiado enormemente a los hosteleros y a los arrendadores de inmuebles y locales, y ha elevado exponencialmente sus márgenes de beneficio. Pero recordemos (aunque parezca obvio decirlo) que la ciudad es el espacio que hemos inventado para convivir, y que es ahí donde habita muchísima gente con derechos humanos y constitucionales que se supone están por encima de la leyes del mercado. Por eso es una aberración que a un representante político se le ocurra proponer que el centro de una ciudad con historia de casi tres milenios sea declarado de uso ‘terciario’ y no ‘residencial’: el derecho a unas condiciones de vida dignas no puede ser objeto de debate alguno, porque es un derecho constitucional. El centro ‘terciario’ que proponen algunos es un ‘modelo de parque de ocio’, inhabitable por definición: la antítesis del concepto de ciudad.

3. DE LO QUE HA SUCEDIDO CON LAS LICENCIAS. En unos pocos años, coincidiendo con esa recuperación y rehabilitación del espacio público, se han multiplicado los negocios de hostelería. El Ayuntamiento no ha cumplido sus obligaciones de planificación y control, y ha contribuido a la saturación actual concediendo licencias sin cesar (cediendo mal, muy mal, nuestro espacio público, esto es, malvendiéndolo) y dejando hacer sin vigilar ni sancionar los incumplimientos. Hay informes de organismos del propio Consistorio (Observatorio de Medio Ambiente Urbano –OMAU-) que cifraban en un 86 % las terrazas que incumplían la anterior normativa en cuanto a espacio ocupado y elementos instalados en la calle. La nueva norma (Ordenanza de Vía Pública), mucho más laxa y con periodos de ‘bula’ en algunas de sus disposiciones, tampoco parece que se esté cumpliendo. Esta cuestión es más grave de lo que parece: no solo se nos hurta lo que es nuestro (el espacio) dificultando el tránsito y la vida ciudadana, sino que se crean verdaderos problemas de seguridad (ambulancias o emergencias que no pasan por las calles, riesgo de avalanchas, etc.).

 

4. DEL RUIDO Y LAS LEYES. Pero lo que motiva este ‘motín’ de una patronal que como decimos ha sido mimada y consentida gracias a nuestros impuestos y a la permisividad municipal, es por la declaración de ciertas calles y plazas del Centro Histórico y de Teatinos como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). Aquí hay que recordar que hay unas cuantas leyes de obligado cumplimiento, europeas, nacionales y autonómicas que protegen al ciudadano de la contaminación acústica: en la UE, la Directiva 2002/49/CE del Parlamento Europeo y del Consejo; en España, la Ley 37/2003, del Ruido, y los reales decretos 1513/2005 y 1367/2007, que la desarrollan; en Andalucía, la Ley 7/2007, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, y el Decreto 6/2012, que aprueba el Reglamento de protección contra la contaminación acústica de Andalucía. En resumen, todas esas normas ofrecen garantías a la ciudadanía contra el ruido reconociendo expresamente el derecho al descanso y a la intimidad e inviolabilidad (sonora también) de la vivienda y obligando a los poderes públicos a ‘medir’ las emisiones sonoras.

5. DEL RUIDO Y LAS ZAS. La normativa sobre contaminación acústica se incumple en Málaga, al menos, desde 2008. Los diversos estudios y campañas de medición realizados por el Ayuntamiento (2007, 2013, 2015, 2016, hechos por empresas independientes y homologadas) arrojan resultados de superación evidente de los límites (técnicamente se llaman ‘objetivos de calidad acústica’) durante todo el día en numerosas vías del Centro y prácticamente en todas las calles estudiadas durante el período de noche. Desde que se apreció que se trituraban estos máximos permitidos, ya en 2007, pero sobre todo en 2013, con una normativa autonómica clara en vigor, se tenía que haber iniciado la tramitación de las Zonas Acústicamente Saturadas (que son unos planeamientos compuestos de diversas medidas correctoras tendentes a corregir esas superaciones de los límites), pero esto no se ha hecho. No es pues una cuestión de ZAS sí, ZAS no. Es que obligan las leyes autonómicas, nacionales y europeas. Y casualmente, los informes de las empresas medidoras (como decimos, empresas independientes y homologadas), los estudios de organismos municipales (OMAU) e incluso las ponencias públicas de cargos políticos municipales del Área de Medio Ambiente coincidían en atribuir esa sistemática y desmesurada superación de los límites del ruido a la actividad hostelera: las recomendaciones principales eran reducir su espacio y reducir su tiempo de apertura. Aunque sería muy farragoso detallar todos los plazos, la declaración de las ZAS con las leyes en la mano ya se debió aprobar, a más tardar, en diciembre de 2015. Es decir, la legalidad lleva nada más y nada menos que tres años suspendida.

6. DEL TORTUOSO CAMINO A LA APROBACIÓN DEL ZAS. Todo el proceso de tramitación de la obligada por ley declaración de ZAS ha sido tortuoso: los hosteleros nunca llevaron propuestas a las mesas de negociación (postura que han adoptado también los grupos municipales de Ciudadanos y PSOE), torpedeaban las negociaciones con estratagemas diversas, y se reunían con el alcalde y concejales para presionarles fuera de las mesas establecidas. Uno de los ‘argumentos’ estrella de algunos tertulianos poco informados y empresarios sin escrúpulos es el de la búsqueda de un supuesto “equilibrio”, de una posición consensuada entre los derechos de los vecinos al descanso y los intereses económicos de los empresarios. O sea, que pretenden nada menos que ¡regatear con las normativas y las leyes! No. Aunque les pese, aquí lo que priman son los derechos constitucionales de los vecinos, que se ven conculcados si se superan los límites de ruido máximos previstos, y que protegen las leyes antes citadas. Y así lo entendió también el Defensor del Pueblo Andaluz, que instó al Ayuntamiento a tomar medidas reales y urgentes. El problema ha sido siempre del Consistorio, que engañó a residentes, al Defensor del Pueblo e incluso a los hosteleros responsables dilatando la aprobación de la obligatoria declaración de ZAS.

7. DE LA APROBACIÓN INICIAL. Pese a todo su intrincado y espinoso camino, y tras diferentes pasos previos (solo en este 2018, un primer Acuerdo de la Junta de Gobierno Local en febrero, mociones aprobadas en Pleno, periodos de consulta en Málaga Contesta, nuevo Acuerdo de la Junta de Gobierno en septiembre…) el ZAS se aprobó en el Pleno del pasado 25 de octubre. Ahora, más de dos semanas después, aún estamos a la espera que se publique en el Boletín de la Provincia y comience oficialmente el periodo de alegaciones.

8. DE LO QUE REGULA ESTE ZAS. Muy en resumen, las medidas de esta declaración de ZAS se reducen a una moratoria de apertura de negocios de hostelería en unas calles ya de por sí saturadísimas (poco más de 100 entre el Centro Histórico y Teatinos) y a una reducción de horario de solo una hora de domingo a jueves y únicamente en unos 70 días del año. Por eso no la apoyamos al principio de las negociaciones, por su tibieza; es un ZAS descafeinado pero al menos es un plan de acción y por tanto lo hemos defendido como mal menor. No en vano el Secretario del Ayuntamiento firmó un informe que pedía mayor restricción horaria y temporal para el ZAS. Señalemos que los horarios de las ZAS de Sevilla, Valencia, Madrid, Jerez o Castellón son mucho más restrictivos que los que se plantean para Málaga. Y allí, contrariamente a lo que vaticinan los empresarios malagueños sobre supuestas pérdidas de empleo y de tejido (vaticinios sin ningún fundamento científico, ningún estudio ni informe solvente), no se ha hundido el sector en ninguna de esas ciudades.

9. DE QUÉ NOS PARECE EL ZAS. Los vecinos creemos que las medidas incluidas en este ZAS son manifiestamente insuficientes. Por ello aportamos en todas las mesas de negociación y todos los pasos en los que se permitía la participación ciudadana unas completas y creemos que razonables alegaciones (en línea con las normas de los ZAS de otras ciudades españolas, y sobre todo dirigidas a corregir las causas de la emisión de ruidos: horarios y espacios ocupados). Igualmente, los grupos municipales Málaga para la Gente y Málaga Ahora protegieron el interés público con alegaciones y mociones en Pleno que los vecinos apoyamos. Ciudadanos y PSOE nunca aportaron alegaciones o planes alternativos, ni en las mesas ni en los órganos de decisión municipal. Los hosteleros tampoco (encima de la mesa, claro; por detrás no sabemos qué negociarían). Finalmente, el PP preparó, suponemos que azuzado por la opinión pública, el Defensor del Pueblo y la certeza de que estaba inclumpliendo la ley, una más que tibia propuesta a la que nos adherimos como mal menor, lo que también hicieron Málaga para la Gente y Málaga Ahora. Por ello no son ciertas las declaraciones del candidato a alcalde del PSOE para justificar su oposición al ZAS en el Pleno.

10. DE LA RESPUESTA DE LOS HOSTELEROS. Como se ha demostrado estos últimos días, con una humillación en vivo y en directo a un concejal al que no dejaron entrar en la reciente asamblea de MAHOS (la asociación principal de hosteleros de Málaga) pese a que iba a dejarse allí el orgullo y el mandato del Pleno del Ayuntamiento de octubre, algunos hosteleros están acostumbrados a, en sus palabras, “dar puñetazos encima de la mesa”, declaración que motivó titulares de prensa en 2016 ante los borradores de las ordenanzas de vía pública o el primer borrador municipal de ZAS. De hecho, han conseguido, como han hecho siempre, reunirse rápidamente con su ‘único’ interlocutor, el alcalde. Amenazan con dos medidas a adoptar el día del encendido del alumbrado navideño: un cierre patronal (que ellos llaman “huelga”) o una apertura ininterrumpida durante 24 horas. Recordemos que ambas medidas son ilegales. También piden (o exigen) “autorregulación” del sector, minusvalorando o ignorando los incumplimientos de las ordenanzas de vía pública (recordemos los informes del OMAU, organismo municipal) o la sistemática superación de los niveles sonoros permitidos por la ley. El mercado no se ‘autorregula’, sino que son los poderes públicos los que tienen que hacer cumplir la norma. Además, subrayemos, los representantes de los hosteleros jamás han planteado una sola propuesta de regulación o de autolimitación, ni siquiera en las zonas “dramáticas”, como la plaza Mitjana. Solo han propuesto, paralelamente al grupo municipal Ciudadanos, que sean los vecinos los que insonoricen sus casas… con subvenciones públicas. Algo así como proponer contra los navajazos que los navajeados sean provistos de puntos de sutura y betadine para que se curen… pagados además con dinero público. Nosotros los habitantes de la ciudad creemos sinceramente en que una parte de estos empresarios están equivocados, estamos convencidos de que a medio y largo plazo los hosteleros responsables y cumplidores, que son mayoría, saldrán beneficiados de una normativa municipal adaptada a las leyes superiores y que vele por la armonía entre la vida ciudadana y el negocio. En suma, los empresarios cumplidores de las normas y los vecinos pueden y deben convivir sin problemas, pero para ello es necesario un Ayuntamiento firme que legisle en tiempo y forma y que haga cumplir esas leyes, cosa que no está sucediendo ahora.

 

11. DEL CUENTO DE LA LECHERA DE LA DESTRUCCIÓN DEL SECTOR. Los ejemplos de otras ciudades con regulaciones más restrictivas en sus ZAS y de comunidades autónomas también turísticas que tienen límites de emisiones de ruido todavía más estrictas que la andaluza (la Comunidad Valenciana, por ejemplo) desmontan ese mantra de que este ZAS o la aplicación de la Ordenanza de la Vía Pública vayan a desmantelar el sector. En realidad, una parte muy significativa del sector hostelero malagueño aporta muy escaso valor añadido, y genera un empleo, según los sindicatos y la mayor parte de la comunidad académica, de ínfima calidad y gran precariedad, en muchos casos cercano a la explotación laboral. Las contrataciones, pagos y transacciones ‘en negro’ sí que son un problema para la convivencia democrática y la salud de nuestra economía. Lo que parece es que se quiere perpetuar este modelo de explotación intensiva del sector, basado en la apropiación del espacio público y en bajísimos salarios, hasta que no dé más de sí. Se engaña también cuando se dice que el decreto 155 de la Junta sobre el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de Andalucía impide que haya terrazas en las ZAS (declaraciones del presidente de la asociación mayoritaria de hosteleros). Sí puede haberlas, siempre que cumplan los límites legales de ruido. O sea, siempre que cumplan la ley.

12. DE LA INACCIÓN MUNICIPAL. Como se extrae de todo lo anterior, el Ayuntamiento ha sido el culpable de no hacer cumplir sus propias normas, de ignorar o dilatar diríamos que con premeditación la legislación europea, nacional y autonómica y de dar alas a los empresarios incumplidores sometiéndose a sus presiones y negociando con ellos fuera de los canales democráticamente establecidos. Todo ello sin entrar en la consideración de hasta qué punto su acción reguladora ha favorecido y en qué grado los intereses espurios de una parte del empresariado frente al interés general. ¿Prevaricación?

 

13. DE LA SATURACIÓN DE LA CIUDAD. Que el Centro Histórico de Málaga se ha convertido en un parque temático que está acabando con su idiosincrasia es una evidencia para tirios y troyanos… salvo para los que se llenan el bolsillo con ello. En este escenario de pérdida de calidad residencial, que se agrava por una situación de gravísima emergencia habitacional (subida meteórica de alquileres, expulsión del vecindario, inseguridad en nuestros edificios), hay que replantearse el modelo de ciudad. La cuestión habitacional y el modelo de visitante requeriría otro monográfico: aquí solo apuntamos que la hipertrofia de viviendas de uso turístico (VUT) está íntimamente ligada a una especulación urbanística salvaje y  a un turismo de bajísima calidad que explota intensivamente la ciudad contra los derechos de sus residentes, y que solo se puede entender junto a un modelo intensivo de hostelería depredadora. Queremos hostelería, sí, y de calidad, que cumpla las leyes y los objetivos y metas de la Agenda 2030 de la ONU, que incluye aspectos como la calidad ambiental, el trabajo decente o el turismo sostenible. El modelo no puede ser otro que la ciudad inclusiva, en la que los vecinos, los turistas de paso y los residentes de los hoteles y las viviendas turísticas, que hoy llenan de comentarios negativos sobre el ruido de la ciudad las plataformas web de contratación, cuenten con altos estándares de calidad ambiental, y en la que dispongamos de una hostelería y un comercio responsables y de calidad.

 

ASOCIACIÓN DE VECINOS CENTRO ANTIGUO DE MÁLAGA
11 de noviembre de 2018

La Junta de Andalucía abre la puerta a más ruido en la calle

Hace dos días, los vecinos de toda Andalucía hemos recibido la noticia de que la Junta de Andalucía ha aprobado el Nomenclátor ( Decreto por el que se regulan las modalidades y condiciones de celebración de espectáculos públicos y actividades recreativas, los tipos de establecimientos públicos, su régimen de apertura o instalación, los horarios que rigen su apertura y cierre, y se aprueba el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de Andalucía).

Nuestra asociación, la Federación de Asociaciones Vecinales de Centros Históricos de Andalucía y diversas asociaciones vecinales presentaron alegaciones en contra de este decreto, todas han sido desoídas. Más grave aún, se ha ignorado una resolución del Defensor del Pueblo Andaluz.

Este decreto viene a empeorar la situación de ruido y desamparo que sufren los ciudadanos de múltiples municipios, abriendo la puerta a una verbena continua y descontrolada

Pueden consultar nuestras alegaciones en este enlaceAlegacionesCentroAntiguoNomenclátor. 25 junio


Sobre el decreto:

Los residentes del Centro Histórico de Málaga hemos leído con preocupación y estupor el Proyecto de Decreto por el que se regulan las modalidades y condiciones de celebración de espectáculos públicos y actividades recreativas, los tipos de establecimientos públicos, su régimen de apertura o instalación, los horarios que rigen su apertura y cierre, y se aprueba el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de Andalucía, también conocido como Nomenclátor, que vendría a derogar, entre otras normas, el vigente Decreto 78/2002, de 26 de febrero.

Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga planteamos las siguientes alegaciones basándonos en nuestra responsabilidad de defender los derechos fundamentales de la ciudadanía en las zonas residenciales, unos derechos que son cada vez más vulnerados en esta espiral de turistificación, gentrificación y sometimiento a la hostelería de los centros urbanos europeos, y que se verían aún más conculcados en caso de aprobarse esta norma. Nuestros asociados hablan de “afrenta a los vecinos de cualquier lugar que se suponga que ha de ser habitable”, de ausencia en su exposición de motivos y su letra de “palabras y conceptos como convivencia, vecinos, ciudadanía, habitabilidad, ruido, descanso, derechos fundamentales, inviolabilidad del domicilio, y un largo etcétera”. En suma, estamos hablando de un decreto que supondría un ataque a la protección real y efectiva de la calidad de vida y de los derechos constitucionales de la ciudadanía establecidos en los arts. 43 (derecho a la protección de la salud), 45 (a un medio ambiente adecuado) y 18 (derecho a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio).

El legislador tiene la obligación de contemplar nuestra posición de ciudadanos ‘acorralados’ por el ruido y la invasión del espacio público para fines privados (y la de tantas otras ciudades y barriadas análogas) a la hora de elaborar una norma que es menos garantista, más laxa y ambigua que la anterior y que está plagada de conceptos jurídicos indeterminados. Que parece estar escrita, sospechamos, para fomentar la arbitrariedad y el ‘laisser faire’. En este sentido, coincidimos plenamente con el espíritu de la Resolución del Defensor del Pueblo Andaluz formulada en la queja 16/5658 dirigida a Consejería de Justicia e Interior. Si bien tal resolución responde a un borrador anterior del Decreto, su planteamiento, análisis y conclusiones son totalmente válidos ya que los cambios entre la ‘Propuesta’ a la que se refiere y el actual ‘Proyecto’ son de posición y numeración del articulado o cosméticos (alguna matización en cuestión de horarios y poco más).

Según el Defensor, nuestros derechos fundamentales podrían sufrir “cierto riesgo de ser vulnerados por la contaminación acústica derivada de la emisión de música en estos locales y/o en sus terrazas, tal y como tiene reconocido una jurisprudencia muy consolidada del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo”. Pues bien, en el Centro Histórico de Málaga esta situación de vulneración de derechos es, lamentablemente, la norma. En el III Encuentro de la plataforma vecinal europea Vivre la Ville Europe!, clausurado en marzo de 2017 en Madrid, se aludió al caso concreto de Málaga (como ejemplo negativo) y se coincidió en que los problemas comunes a los centros históricos europeos se resumen en dos ejes principales: la degradación del patrimonio material y humano mediante los fenómenos de la gentrificación y la turistificación, y los efectos de la movida, ocio nocturno y la privatización del espacio público por motivos lucrativos que son antepuestos al interés general y al cumplimiento de las propias leyes y normativas. Pues bien, este Decreto sería una puerta abierta al agravamiento de dichos problemas.

Se ha descrito nuestra situación como la de una “deportación planificada del vecino del centro”. Dicha expulsión vendría ahora acompañada por el fragor emanado de una norma que permitiría la música ‘de ambiente’ o ‘de fondo’ en terrazas, la emisión de música pregrabada y en vivo hasta 80 dBA en el interior de todos los establecimientos de hostelería de Andalucía, la instalación de terrazas o veladores en la vía pública en discotecas y salas de fiestas, y la ampliación de horarios de hostelería en ‘municipios turísticos’ y ‘zonas de gran afluencia turística’. Si el Ayuntamiento de una ciudad de más de 600.000 habitantes no podía (o utilizaba una pasividad cómplice, rayana en la prevaricación y la dejación de funciones) hacer cumplir una norma relativamente garantista de derechos, ¿cómo se puede pretender que los pequeños consistorios andaluces puedan controlar otra más ambigua, con conceptos jurídicos vagos e indeterminados?

En suma, asistimos a una colisión en el espíritu del Decreto entre la protección de derechos fundamentales y universales y la intención de dar rango de ley a lo que realmente son intereses particulares de un sector económico concreto. Bajo el disfraz de una norma reguladora se está presentando un plan estratégico de desarrollo de la actividad hostelera (de una cierta manera de edificar el sector hostelero, desde nuestro punto de vista endeble, enfocado a un turismo y un ocio de baja calidad), que ignora al 100 % el ruido provocado por veladores y por conciertos.

Reiteramos, el objetivo del Decreto es apoyar una manera de desarrollo no sostenible de la hostelería y abrir la mano para que sean los municipios quienes decidan dónde y hasta cuándo poner veladores, incluso en discotecas, y para que se permitan actuaciones en todo tipo de establecimientos. Y por mucho que figuren algunas supuestas limitaciones en cuanto a los sectores en los que se permite la instalación de terrazas o veladores donde antes no se permitía o de instalación de equipos de amplificación de música en veladores o “espacios al aire libre de establecimientos de hostelería”, el legislador ha empleado términos suficientemente laxos como para que la excepcionalidad sea la norma. Las expresiones “afluencia de visitantes”, “para incentivar el desarrollo económico” o “dotar de infraestructuras de servicios si existiera demanda”, así como la autorización por espacio de hasta cuatro meses de la música amplificada en terrazas suponen que la supuesta “excepcionalidad” se convertirá en norma. Además, como también advierte el Defensor del Pueblo, el argumento de la permisividad por sectores (‘áreas de sensibilidad acústica’) se tambalea ya que los usos turísticos y terciarios tienen una localización contigua a los usos residenciales, y a que el problema de la contaminación acústica es que el ruido se transmite a través de ondas sonoras que son ‘difíciles de compartimentar’. Todo ello coincide con la manifiesta escasez de medios e incluso de voluntad para medir los niveles de ruidos en municipios de todo tipo (si en Málaga no hay un control, por pasividad cómplice del Ayuntamiento, de la contaminación acústica, qué panorama tendrán los vecinos de municipios con menos medios).

 

La noticia en Diario SUR 

El Ayuntamiento silencia el problema del ruido en Málaga

El Ayuntamiento silencia el problema del ruido en Málaga

 

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga denuncia la dilatación premeditada de la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas

 

En vez de cumplir con la ley andaluza contra la contaminación acústica y con los acuerdos del Pleno, el Consistorio usa una nueva artimaña, una ‘consulta popular’, para demorar el procedimiento

 

El Ayuntamiento de Málaga silencia el gravísimo problema del ruido en Málaga. La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga asiste perpleja a la dilatación premeditada de la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas a que está obligado por ley y por mandato democrático el Consistorio. En vez de cumplir con la legislación andaluza y con los acuerdos del Pleno, el Ayuntamiento usa la artimaña de una supuesta “consulta popular” para no aprobar el plan contra el ruido que lleva años ‘estudiando’ y supuestamente ‘negociando’ con los afectados. Así, el procedimiento para poner coto al ruido generado por los negocios de hostelería en el Centro Histórico y Teatinos se pospondrá al menos hasta el próximo mes de noviembre.

 

Recordemos que el artículo 16.5 del Decreto 6/2012 del Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía establece que “en el plazo de un año desde la aprobación de los mapas singulares de ruido se elaborarán y aprobarán los subsiguientes planes de acción”. Dichos mapas, publicados a principios de 2016, arrojaron una exagerada superación de los niveles sonoros máximos permitidos, especialmente de noche (entre las 24 y las 2 de la madrugada). En ese período el incumplimiento se daba en ¡160 de los 163 puntos de medición![1] Por tanto, las acciones para atajar el problema, esto es, la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), deberían haberse aprobado a principios de 2017. La nueva estrategia desplaza el problema a finales de 2018, lo que supondría dos años de incumplimiento de la ley por parte del Ayuntamiento y casi 4 de desamparo de los vecinos.

 

Debemos recordar que no hablamos de un choque de distintos intereses contrapuestos: el derecho al descanso está recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 40 de la Constitución Española. Insistimos en ello porque representamos a un gran número de ciudadanos y ciudadanas con problemas reales, que no pueden conciliar el sueño, que tienen que vivir con un exceso de ruido constante, que asisten desprotegidos a la sistemática violación de la intimidad de su vivienda (otro derecho fundamental). De hecho, la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga ha ofrecido esta mañana junto al monumento a Torrijos de la plaza de la Merced una rueda de prensa sobre el problema del ruido arropada por otros cinco colectivos de la ciudad: representantes de la Asociación de Vecinos “El Romeral Contra el Ruido”, la Asociación de Vecinos Puerta de Gigantas, la Asociación de Vecinos Lagunillas Por Venir, la Asociación de Vecinos Centro Sur Soho Barrio de las Artes, la Asociación de Vecinos Gibralfaro, la Asociación de Vecinos “El Bulto” y Ecologistas en Acción Ciudad de Málaga han acompañado a nuestros presidente y vicepresidente, Alfonso Miranda y Alejandro Villén.

Tras innumerables mesas de trabajo para abordar la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas, de intercambios de documentos y de reuniones, la Junta de Gobierno Local aprobó el 2 de febrero de 2018 una primera “Propuesta Declaración de determinadas zonas del Centro y Teatinos como Zonas Acústicamente Saturadas”. El Ayuntamiento Pleno, en sesión de 23 de febrero de 2018, instó al equipo de gobierno a poner en marcha de forma inmediata las ZAS y la revisión de PEPRI Centro, paralizado desde 2014. Sin embargo, los hosteleros, con el apoyo de Ciudadanos, pretendieron paralizar el proceso impugnando la ‘zonificación’, es decir, volviendo a su viejo sueño de considerar el Centro zona de exclusivo interés turístico y no como espacio residencial. Esto es, expulsando de facto a los vecinos de la ecuación. Y todo para ocultar que el lobby hostelero no había hecho propuesta o alegación en firme, con medidas concretas, al primer documento del Ayuntamiento. La Asociación de Vecinos Centro Antiguo sí planteó en dichas reuniones propuestas concretas (se puede consultar aquí: https://t.co/WXoo15LzBs). Cuando el informe del secretario municipal certificó la legalidad de la actual zonificación, el Consistorio se escudó primero en el cambio del concejal del ramo para ralentizar el proceso, anunciando reuniones sectoriales para buscar un consenso imposible y ‘viajes’ para comprobar in situ la eficacia de las ZAS de otras poblaciones.

 

A día de hoy no hay constancia, aparte de oponerse a la aplicación de la ley, de ninguna propuesta firme de los hosteleros ni de Ciudadanos, y tampoco se conoce la postura del grupo Socialista. Así que no entendemos el argumento de falta de acuerdo entre las partes.

 

Ahora se vuelve a dinamitar el proceso bajo la excusa de una supuesta ‘consulta popular’. En esa estrategia dilatoria, el área de Sostenibilidad Medioambiental ‘consulta’ si aplica la ley o no mediante una entrada en la plataforma ‘Málaga contesta’[2] que tiene previsto hacerse pública este lunes 21 y que en la práctica significa hacer oídos sordos a la ley andaluza, a las recomendaciones del monitorizado del ruido, a nuestras alegaciones a los borradores de la declaración de ZAS y a las mociones presentadas por Málaga Ahora y Málaga para la Gente y ya aprobadas en el Pleno de febrero.

 

Esta nueva artimaña responde a una estrategia perversa: bajo la apariencia de ‘legalidad’ y de ‘participación ciudadana’ se sortean los requerimientos del Defensor del Pueblo Andaluz (que urgió al Consistorio a la declaración de ZAS). Al mismo tiempo, con quienes realmente conversan los dirigentes municipales es con el sector hostelero en reuniones privadas. De hecho, el alcalde de Málaga aún no ha contestado a nuestras solicitudes de reuniones pero sí ha reconocido contactos a puerta cerrada con el lobby hostelero.

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El problema del ruido en el Centro y Teatinos y las propuestas de ZAS

 

El nivel sonoro máximo permitido en la ciudad entre las 23 y las 7 horas es de 55 decibelios. Pues bien, en las últimas campañas de medición para la elaboración de los mapas de ruido (realizadas además fueron en octubre y en marzo, dos meses no demasiado problemáticos) se alcanzaron en ese horario medias de entre 75 y 80 decibelios, un volumen brutal para una zona residencial.

 

En este entorno de superación sistemática de los límites de ruido, el Ayuntamiento persevera. De un lado organizando, promoviendo o autorizando todo tipo de actos y eventos en la vía pública con profusión de ruido y megafonía. De otro, autorizando en quince puntos de la ciudad la actuación de músicos en la calle, en teoría con sujeción a un horario y unos límites sonoros, aunque en la práctica la música se desarrolla sin limitación ninguna, amplificación mayúscula y ausencia de control municipal, pues la Policía ni siquiera dispone de sonómetros y suele hacer caso omiso a las denuncias.

 

Constatado el problema, la normativa obliga al Ayuntamiento a tomar medidas y aprobar los llamados planes de acción. Dado que las terrazas de numerosos lugares del centro superan los niveles con creces (plaza de la Merced, plaza Mitjana, plaza de El Pimpi o ciertas calles de Teatinos), solo caben estas opciones: reducir la superficie ocupada, el horario de funcionamiento o ambas cosas a la vez. Junto a ello, es obligada la famosa ‘moratoria’ en la autorización de nuevas actividades, aunque sabemos que ya hay calles en las que no cabe un solo bar más.

 

La propuesta inicialmente planteada por el Ayuntamiento era absolutamente ridícula: cierre de las terrazas a la 1 de la mañana, ¡pero solo en 65 días de los 365 que tiene el año! Y además nunca en verano, ni en fines de semana, precisamente cuando el problema es mucho mayor. Es decir, notoriamente insuficiente para nosotros, para otras asociaciones vecinales y para algunos grupos políticos que habían presentado sus respectivas enmiendas (al menos Málaga para la Gente y Málaga Ahora). Nuestra propuesta aportaba medidas concretas como un nuevo horario de cierre para todo el año (domingo a jueves a las 24.00, viernes y sábado a la 1.00) y reducción de mesas y superficie ocupada. Estas medidas coincidían en espíritu y letra con las recomendaciones de la empresa (SINCOSUR) que realizó para el Ayuntamiento los mapas de ruido, y son incluso más ‘comprensivas’ con el sector hostelero que las que aplican ciudades como Sevilla, Valencia, Jerez, Castellón o Madrid.

 

Sin embargo, los hosteleros protestan en público, presionan al Ayuntamiento en privado y consiguen paralizar la declaración de ZAS incluso en los términos insignificantes en los que pensaba hacerla. Ahora se sacan de la chistera una ‘consulta pública’ cuyas conclusiones no estarían listas antes del 21 de noviembre. Y la ciudadanía se pregunta, ¿hasta qué punto tiene el Ayuntamiento obligación de cumplir las resoluciones del Pleno o la ley andaluza? ¿Se las pueden saltar sin consecuencias? ¿Así es como se pretende cumplir con los objetivos aprobados en la Agenda 21 para el 2020? ¿Forma parte todo ello de una estrategia planificada de expulsión de los vecinos y vecinas del Centro Histórico de Málaga? ¿Vamos camino a golpe de amplificador y de bullicio en las terrazas a las 2 de la madrugada de la idea acariciada por Juan Cassá, esa de una ‘City’ anglosajona llena de ocio y multinacionales y vacía de residentes? ¿Es esto lo que queremos para la Málaga ‘de la cultura’?

[1]              en la web municipal se pueden consultar los mapas y monitorizados de ruido con fecha: http://medioambiente.malaga.eu/es/proceso-de-declaracion-de-zonas-acusticamente-saturadas-zas/index.html

 

[2]              Link de la consulta: http://malagacontesta.malaga.eu/es/propuestas-de-gobierno/Propuesta-Declaracion-de-determinadas-zonas-del-Centro-y-Teatinos-como-Zonas-Acusticamente-Saturadas/